miércoles, 17 de octubre de 2007

Por qué votar al Partido Popular de la Reconstrucción

Nuevamente una gran porción de la ciudadanía no sabe a quién a votar. Otra piensa ya en votar por el “mal menor”. Esta opción ha sido característica -en particular del voto de “centro-derecha”- en este nuevo proceso democrático instaurado en el ’83.

Un previo análisis cuantitativo de la proyección del voto para el 28 de Octubre, indica que sólo excepcionalmente puede llegar a concretarse una “segunda vuelta”. ¿Por qué?

Porque salvo el “Frente para la Victoria”, ninguno de los oponentes tiene una ESTRUCTURA sólida en los distritos electorales que determinan lógicamente una elección en nuestro país:
Provincia de Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.

La Dra. Carrió y su heterogéneo frente ideológico (En ocasiones no se advierte que: lo que suma para llegar luego resta, o es un sustancial obstáculo a la hora de ejercer la tarea de gobierno. Por ello se exige un mínimo de coherencia doctrinaria y cosmovisional).
Su frente es sólo relativamente fuerte en los centros urbanos en donde prima el pensamiento progresista. Más se ha dado cuenta que necesita del electorado de centro derecha –de ahí la notoria incorporación de figuras del espectro ideológico de tal signo para las máximas responsabilidades ejecutivas-, pero a la par ello ha debilitado su natural apoyo progresista, que ha derivado hacia el “Frente para la Victoria” o hacia la amplia oferta de la izquierda tradicional.
En definitiva que salvo en la ciudad de Rosario donde obtendría el triunfo, puede aspirar a una buena elección en Capital y una decorosa en Córdoba –donde carece de una suficiente estructura-. En el Gran Buenos Aires puede sólo realizar una discreta elección, a más de 20 puntos del “Frente para la Victoria”. En Mendoza, si lograse el apoyo del electorado “Demócrata” podría llegar al tercer puesto. En el resto del país carece de posibilidades.

Alberto Rodríguez Sáa. Padece una situación análoga. Su estructura es fuerte en Cuyo –ganadora-, pero no tiene estructura en Córdoba, Santa Fé, Capital Federal y pcia. de Buenos Aires. Esto es casi definitivo en relación a sus reales posibilidades de triunfo.
Puede sí llegar al potencial voto de centro derecha conservador y al peronismo tradicional, pero se le dificulta por falta de organización. Lo trata de compensar con una fuerte y correcta acción mediática –TV-radio-gráfica-Su gran error fue haber optado en la pcia. de Buenos Aires por A. Guadagni para gobernador en lugar de la estructura de Luis Patti –fuerte en primera y tercera sección electoral-. Hoy trata de remediarlo pero ya es tarde. Porque parte de este electorado nos votará a nosotros quienes desde el inicio prestamos nuestro concurso a Patti, cuyo electorado se identifica más con nuestro ideario que con el noventista de Rodríguez Sáa, en particular con el de Alberto, liberal y esotérico. Su personalidad despierta fundamentadas dudas acerca de su verdadera adscripción a los valores cristianos y justicialistas.

Roberto Lavagna. En cambio cuenta con una más extendida red organizacional en todo el país, merced a la estructura del Radicalismo. El problema es que Lavagna, de orientación peronista, aparece como “candidato del radicalismo”, y en particular del “alfonsinismo”. Además la estructura radical que le apoya se encuentra dividida en la provincia de Buenos Aires – M. Stolbizer apoya a Carrió- y en muchos otros distritos en donde predominan los gobernadores y candidatos “Radicales “K”. En definitiva que no convence ni a unos ni a otros y difícilmente con esa estructura y ensalada doctrinaria, pueda superar el 20% del electorado. En Capital Federal compite por el mismo electorado con Carrió, López Murphy, Rodríguez Sáá, etc. En los otros distritos sigue la tendencia del ya debilitado radicalismo de los últimos años. Quizás sea éste uno de sus últimos estertores.
En algunas provincias se presenta gracias al “Partido Nacionalista Constitucional”.

Ricardo López Murphy. El gran perdedor de este comicio. Elaboró una estrategia equivocada basado en su buena elección en la provincia de Buenos Aires en ocasión de las presidenciales del 2003. Aquí Duhalde lo “infló” a través del manejo que el poder realiza sobre el periodismo prebendario, en la intención de restarle votos a Menem que trabajaba sobre el mismo electorado. Igual maniobra realiza hoy el gobierno “K” con Lilita Carrió, ahora para restarle votos a Lavagna y a Rodríguez Sáa. Hoy le resultará muy difícil en lo personal acceder a una banca de diputados por Buenos Aires. El decidido y abierto apoyo de Macri a De Narváez le ha restado toda posibilidad.
Carece de una respetable estructura en todo el país. Por ejemplo, en el Chaco –elección a gobernador- sacó casi un 40% menos de votos que nuestro partido. Debió haber cerrado alianza con Carrió para que ambos tuviesen alguna oportunidad. Es de esperar hayan ambos aprendido la lección y vuelvan a su común tronco “radical” para constituir una respetable fuerza política, aquí sí con posibilidades fuertes para las próximas legislativas del 2009.

Jorge Sobisch. Una excelente campaña mediática pero sólo ello.
Carece de estructura en todo el país salvo en Neuquén, donde sólo se le cuestionan sus peculados en la gestión de gobierno. En Capital Federal y en otros pocos distritos cuenta con la estructura partidaria del MODIN de la línea Venturino. En la provincia de Buenos Aires, con la mediática figura de Blumberg, quien también carece de estructura organizacional.
Se le han sumado algunos grupos católicos que apresurada e irreflexiblemente han prestado su concurso a un grupo de aventureros que, lamentablemente como la gran mayoría de la dirigencia política, vive de la política y no “para” la política y en donde la defensa de valores cristianos es sólo un oportunismo que no dudarán en negociar ante una “interesante” oferta política, arguyendo un “casuismo” justificante para determinados casos de aborto y en otros temas sustanciales. “Pan para hoy y hambre para mañana”. No se ha advertido que carecen de cuerpo doctrinario y que su idea rectora es el más crudo pragmatismo e individualismo, sin desmerecer con ello el talento del candidato a la vicepresidencia.
Estos errores en grupos muy bien intencionados y de probada moralidad, se deben a la poca cultura política y preparación que posee la amplia mayoría de este espectro, quienes por lo general votan en base de consideraciones sociales y estéticas, sin comprender las consecuencias políticas de estas acciones. En el encomiable intento de salvar a las “personas por nacer”, no se advierte que la posición economicista de esta gente allegada al “Menenismo” ha dejado en la orfandad y miseria a la gente mayor, a la juventud, a grandes sectores trabajadores y regiones del país. Como socavado las instituciones militares y educativas. La política exige una visión global de todo el país y de todas las políticas, no de sólo una por más legitíma que fuere –natalidad-.
Sí es positiva la decisión que han tenido de “participar” en las cosas públicas, impulsada por el Magisterio de la Iglesia en el último decenio. Lástima el no advertir que existe una fuerza política con una larga tradición doctrinaria nacional y católica, que se remonta ininterrumpidamente hasta los años treinta del pasado siglo, con lo cual ingenuamente se diversifican esfuerzos sin lograrse, por tanto, el objetivo buscado. No por nada, siempre hay “alguien” que “mete la cola”.
En definitiva, de todos los candidatos este es –después de López Murphy- el que tiene la menor estructura y posibilidades.

RAZONES PARA VOTARNOS.

1ra. Visto que NINGUN CANDIDATO puede acceder o forzar una segunda vuelta, es ésta una excelente oportunidad para VOTAR A QUIEN MEJOR NOS REPRESENTE . Y aunque resulte paradojal, sólo votándonos a nosotros podría haber una “segunda vuelta”, pues nuestro electorado coincide con el sector popular y medio del voto tradicional peronista. Es decir, que sólo nosotros podemos restarle votos al “Frente de la Victoria”.

2do. El Partido Popular de la Reconstrucción (http://www.accionelectoralppr.blogspot.com/) lleva como candidato a Presidente y Vice a Gustavo Breide Obeid y Raúl Vergara. Dos personas que por su integridad moral y ejecutiva están igual o por encima de todos los candidatos que se presentan.
Sí, Ud. se pregunta ¿si no cambiarán? Teniendo en cuenta sus acciones y trayectoria es razonable afirmar que “no cambiarán”. Tanto Lavagna, Rodríguez Sáa y Sobisch, nos solicitaron la estructura del P.P.R. para poder presentarse en los distritos en dónde carecen de estructura, a cambio, aseguraban, de un puesto en la lista de Diputados de segura elección. Por lealtad doctrinaria, a los afiliados y votantes, todas ellas fueron rechazadas y en la actualidad el P.P.R es la única fuerza política –de cualquier signo ideológico- que concurre sola en estas elecciones. ¡¿Seremos castigados por “ingenuos” por todos aquéllos que reclaman coherencia y honestidad en la dirigencia política?¡

(Claro signo de la integridad de nuestros hombres es su casi total ausencia en los dos grandes diarios del país – La Nación y Clarín -. No es llamativo -como sucedió con la edición de este domingo de La Nación- que se haya hecho una nota en la que se reseñaba a todos los candidatos menores –todos ellos de izquierda- y no figurase ni siquiera la más mínima referencia a Breide Obeid.)


3ro. Nuestra estrategia electoral está dirigida a todos las personas de bien que profesan valores tradicionales, católicos, conservadores y del peronismo ortodoxo. Todos ellos, en más o en menos, son representados por la doctrina del Nacionalismo. Nuestro pensamiento y acción histórica están presentes, con una gran identidad, en los movimientos históricos conservador, radical y justicialista. En particular éste último debe su doctrina a nuestro pensamiento. Nos anima una concepción humanista y trascendente de la vida, cristiana y de hondo contenido social.
Por tanto nuestro partido tiene la potencial capacidad de representar a la mayor parte de los sectores del quehacer nacional y en particular a todas las clases sociales, cosa que ningún partido de centro-derecha puede alcanzar. En la actualidad nuestros votos provienen en su gran mayoría de los grandes sectores populares postergados y de clase media. Sólo nuestro discurso puede llegar a estos sectores y disputar la hegemonía con éxito a los “progresistas K” y a los sectores de izquierda.
Nuestra doctrina y discurso trata “todos” los temas que preocupan a los hombres con un fuerte contenido de justicia social. Con ello trascendemos el obligado discurso economicista y doctrinario, inauténtico, de todo el centro derecha.
Más que un partido de derecha o de izquierda, somos un Partido NACIONAL. Nos une aquél “Mejores ojos para ver la Patria” del que hablaba Leopoldo Lugones.

4to. Queremos constituir una gran fuerza política nacional que represente los sectores mencionados. (Hoy nos presentamos en 21 distritos, pero necesitamos organizarnos en todos.)
En esta fuerza Ud. encontrará un lugar confiable y afín a sus valores y necesidades, las que priorizará sobre cualquier interés electoralista. Sabemos cómo hacerlo.
Para ello necesitamos comenzar a existir mediáticamente; lo que hoy –para bien o para mal- constituye el “prestigio” de toda fuerza política. Si no aparecemos en los medios masivos de comunicación, difícilmente se pueda hacer política. Estamos realizando un gran esfuerzo para ello, el Gobierno lo sabe y nos dificulta a través de la acción del Ministerio del Interior disponer de los medios que por la ley electoral se nos asignan.(Saben que junto a Rodríguez Sáa somos los únicos que abrevamos en el mismo sector electoral del peronismo. Sólo nosotros podemos restarles fuerzas al “Frente de la Victoria”.)
El único medio de neutralizar este accionar y alcanzar el prestigio mediático es alcanzar en todo el país un techo de votos entre los 300.000 y 400.000. Esto nos daría una efectiva y eficaz personería política que nos permitirá:
- Constituir el PPR en los 24 distritos electorales del país.
- Seleccionar y organizar una dirigencia, especialmente entre los 30 y 40 años de edad, altamente capacitada para la acción ejecutiva de gobierna y con claras y firmes convicciones morales y doctrinarias. Aunque ello nos lleve una década. (De nos ser así, sería más de lo mismo). Hay que realizar una minuciosa selección de la dirigencia y elevar su capacidad moral y profesional, porque las “cosas son como fueron hechas”. Si nos equivocamos en el nacimiento –elección de dirigencia- ello se proyectará hacia el futuro con las consecuencias ya por todos conocidas.
- Disponer de la base para reconstruir la República atento a los condicionamiento de un mundo globalizado, que preserve y fundamentalmente desarrolle nuestra concepción cristiana de la vida, el sentido de familia y amistad que heredamos, una economía con base de decisión nacional, abierta al progreso tecnológico y al comercio exterior, pero con sentido social. El fomento de una genuina cultura nacional, para nosotros, para toda Hispanoamérica y todos aquellos que vendrán a poblar nuestro bendito país.
- Llevar a cabo la Estrategia y los planes que exponemos y fundamentamos en nuestra “Plataforma Electoral” (se encuentra en el Blog de Campaña ya señalado.)

Estimado lector, Ud. es también corresponsable de la viabilidad de este proyecto. Alguna vez hay que DECIDIRSE A CAMBIAR esta situación de decadencia. No colabore con ella votando lo que aprecia como el mal menor, pues en realidad se trata del “mal mayor”: profundizar el proceso de decadencia nacional.

Que Dios, Nuestro Señor, nos guarde a todos.

Mauro M. Segret.
Jefe de Campaña Nacional 2007
Partido Popular
de la Reconstrucción

4 comentarios:

DANIEL dijo...

PARA VOLVER A CAMINAR TRANQUILOS POR LAS CALLES,PARA RECUPERAR LA DIGNIDAD NACIONAL,BASTA DE POLITICOS CORRUPTOS. VAMOS ADELANTE, ARGENTINA NOS NECESITA

Unknown dijo...

Soy católico militante, de formación política justicialista, enemigo por igual del liberalismo y del marxismo. Creo en un nacionalismo con profundo sentido social y rico en valores culturales. Creo en la familia, la educación pública y el desarrollo económico con eje en la industrialización.Hoy no encuentro otra alternativa electoral que el PPR.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Yo tengo 27 años, soy también muy católica.Me parece aberrante lo que veo a nivel mundial y nacional.Se hace cualquier cosa para ensuciar a la Iglesia, y se están haciendo cosas en forma permanente en contra de la vida.Como joven, no entiendo a los mismos jóvenes, se autodestruyen, y como mujer no entiendo a las mujeres, se regalan y abortan a sus hijos.Ya es hora de que hagamos algo en contra de estas asesinas, a las que nosotros le tenemos que enseñar a ser madres...No se puede creer a lo que a llegado la sociedad en la que vivimos..es un asco escuchar a los jóvenes de mi edad, a veces me da vergüenza ajena.Espero que Dios nos salve de todo esto.
Aunque no hayan ganado las elecciones, quiero que sepan que al menos hubo una joven con cabeza que los voto.
Gracias, y sigan en la lucha.