CARTA A LA POBLACION

El Partido Popular de la Reconstrucción quiere transmitir una vez más su defensa y apoyo incondicional a los sectores del trabajo y la producción, y en este momento en particular al sector agropecuario en este conflicto originado por el gobierno nacional con la desición de aumentar y tornar móviles las retenciones a las exportaciones de soja, lo cual sumado a la ausencia de políticas agropecuarias, entre otras, pone en riesgo no solo la situación de pequeños y medianos productores, sino que limita el potencial productivo de esta actividad en un momento en el que el mundo reclama alimentos, debilitando una vez más la producción nacional. Al respecto, cabe mencionar a modo de análisis, que hace al menos cuarenta años nuestro país sufre la única política de estado que ha perdurado a través de los sucesivos gobiernos y que consiste en la destrucción del aparato productivo nacional; la educación; la cultura del trabajo; las instituciones de la República; la conciencia nacional, la soberanía territorial y la premeditada destrucción de la Defensa Nacional. Las consecuencias de esta política se manifiesta en el resquebrajamiento moral de la sociedad y el alto nivel de corrupción con el que convivimos; en la falta de políticas de estado en materia de industrialización y desarrollo tecnológico propio, en la extranjerización de las grandes empresas; en la expulsión de cerebros; en el alto grado de inseguridad física y jurídica al que estamos expuestos los ciudadanos comunes; en la total indefensión del territorio nacional; etc., etc. Somos el único país del mundo que ha desmantelado sus FF.AA; sus FF.CC; sus puertos y flotas fluviales y que ha entregado su petróleo y otros recursos naturales. El Kirschnerismo, no ha sido para nada ajeno a todo esto; por el contrario desde que gobernaban Santa Cruz ya aportaban su cuota de destrucción y corrupción al punto tal, inclusive, de sacar del país el dinero de los santacruceños sin existir constancia cierta de que ya estén de vuelta en nuestro país; y menos aún en su provincia. A nivel nacional, son innumerables los actos de gobierno contrarios, no solo a la moral y las buenas costumbres, sino también a los intereses de la Nación. Por nombrar algunos decimos que continuaron con la destrucción del sistema educativo; la entrega de reservas de petróleo (leer el informe Pino Solanas); de riquezas minerales (sin retenciones); las faltas de políticas de estado en materia de industria; en el sector agropecuario; en el desarrollo tecnológico, en educación. Se profundizo la corrupción de las instituciones concentrando el poder político en el ejecutivo y su entorno K; al punto que el congreso Nacional es su escribano mayor de Gobierno y la Justicia es una institución que dejo de ser ciega para ser la tuerta de los DD.HH pero continúa siendo ciega y sorda para reclamos de justicia de una sociedad amenazada por la inseguridad; la impunidad; las mafias y los mafiosos pagados por el gobierno con dineros públicos; en eso consiste la redistribución pregonada por los K?; esa es la calidad institucional con la que se llenan la boca?. Gobiernan como unitarios pregonando el federalismo; se sienten orgullosos de promover los DD.HH porque persiguen y encarcelan asesinos a la vez que promueven el aborto y la eutanasia; la despenalización de la droga; no combaten la mortalidad infantil; aumentaron la brecha entre ricos y pobres; no hay salud para todos ni educación ni seguridad para todos; de que DD.HH están hablando? O será que solo son humanos los de su bando ideológico?. Mienten, mienten a cada momento y utilizan la dialéctica marxista y el pensamiento gramciano en cada discurso; promueven la lucha de clases y siembran el odio cada vez que pueden. Corrompen las instituciones desde dentro como corresponde al estilo K; una K que los representa no solo por su apellido sino que mejor aún, por pertenecer a la Kakistocracia: término de origen griego que significa “ gobierno de los peores. Estado de degeneración de las relaciones humanas en que la organización gubernativa está controlada y dirigida por gobernantes que ofrecen toda una gama de personajes, desde ignorantes y matones electoreros hasta bandas y camarillas sagaces pero sin escrúpulos” ( Diccionario de Política de Valletta Ediciones SRL).- Ahora el estilo K viene por el campo atacando primero con el aumento y movilidad de las retenciones, luego con la prepotencia y el menosprecio al productor agropecuario y por último con el intento de enfrentar al pueblo con el campo. Tildar a los productores y dirigentes de golpistas solo puede ocurrírsele a un gobierno dialéctico; paranoico e incapaz, además de perverso. No son golpistas los productores agropecuarios que defienden su fuente de trabajo; un estilo de vida que representa a gran parte de los argentinos y la principal actividad productiva del país; no son golpistas quienes propician el auténtico federalismo; como así tampoco lo fueron los docentes de la carpa blanca cuando reclamaban por sus derechos. Ni lo son los argentinos que salieron con sus cacerolas en apoyo a los productores agropecuarios y en repudio a un estilo fascista de gobierno. Golpistas, además de los ya conocidos, han sido los que en nombre de la democracia han entregado la tecnología nuclear de punta que ostentábamos en toda Sudamérica hasta el 83; los que desactivaron el proyecto del avión Pampa; los que entregaron soberanía territorial con el canal de Beagle ; los que continuaron pagando una deuda externa de origen y crecimiento desconocido hipotecando de por vida el futuro del País; los que entregaron el patrimonio nacional; sus recursos; desactivaron el proyecto Cóndor; desindustrializaron el país; continuaron con la destrucción de la FF.AA; corrompieron las instituciones. Golpistas son los que asumiendo el gobierno con un 22%, pretenden generar poder político destruyendo las instituciones de la República e imponiendo el patoterismo y el sometimiento de las provincias mediante el manejo de fondos. Golpista es quien continúa con los mismos métodos y los profundiza desde un sillón presidencial al que llegó a pesar de no haberla votado casi el 70% del electorado. Todos ellos son golpistas porque en definitiva nos han dejado sin República.Los discursos y argumentos mentirosos; clasistas y llenos de odio, cuyo objetivo puede tener varias lecturas, que no analizaremos aquí por lo extenso que sería; ponen de manifiesto un estilo dictador de gobierno que presiona y amenaza con todos sus medios legales; ilegales e inconstitucionales, como las retenciones, a aquellos que no se alinean con los K. Esto profundiza el unitarismo; el empobrecimiento de las provincias y la dependencia de estas con la Casa Rosada, y significa un nuevo ataque a la producción nacional.
Ahora bien, cabe señalar también que es triste e indignante ver que no existen los partidos que se dicen opositores y que tienen representatividad tanto a nivel nacional como provincial; no se les escuchan reproches; voces que se opongan, que denuncien, que por lo menos por respeto a quienes los votaron con la esperanza de que promuevan un cambio, o al menos lo intenten, no se sientan defraudados. Ni hablar de los gobernadores y funcionarios provinciales, lacayos serviles del poder central y a la vez ineptos para generar entre ellos el poder necesario para imponer un federalismo tal que les permita gobernar con independencia política y económica para administrar los recursos propios. Este estado de situación no tiene muchas opciones para ser revertido, por eso el Partido Popular de la Reconstrucción convoca a todos los argentinos, trabajadores; estudiantes; profesionales; amas de casa; jubilados; excombatientes de Malvinas; empresarios; comerciantes; productores agropecuarios; militares; fuerzas de seguridad; desocupados y a todos, todos los argentinos de buena voluntad a participar de la Reconstrucción de la República. Para ello invitamos a aquello que se interesen por la acción política a acercarse a nuestro Partido para conocernos y conocer nuestro proyecto político y brindar su aporte intelectual y de trabajo. A los que no les interesa participar en política, los invitamos a que lo hagan en el ámbito de su profesión, oficio, trabajo o donde crean que mejor pueden contribuir. Todos tenemos algún talento que ofrecer para colaborar de forma honesta y desinteresada al bien común de todos los argentinos desechando leyes, mecanismos, formas de gobernar que atenten contra nuestra idiosincrasia, nuestro ser nacional, y nuestra patria toda. Hagámoslo en nuestra comisión vecinal, en el Sindicato, etc., etc. De no hacerlo, solo nos quedaremos en la declamación de críticas y de proyectos llenos de buenas intenciones que no nos llevan a ninguna parte. Debemos canalizar nuestras capacidades, nuestras fuerzas y esperanzas solo detrás de un verdadero proyecto nacional que sin aislar al país del resto del mundo, al menos lo saque del sometimiento del mismo y nos permita vivir según nuestra idiosincrasia, nuestras costumbre, nuestra religión, explotando nuestros recursos y brindarlos al mundo bajo condiciones dignas de una Nación libre y soberana y no como país subdesarrollado útil al Poder Internacional de las derechas y de las Izquierdas. Es una tarea difícil y a muy largo plazo, no seremos nosotros lo que podamos ver los resultados pero es nuestra obligación como argentinos poner todo de nuestra parte para que así sea, de no hacerlo “que Dios y la Patria nos lo demanden”.-
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